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Caza de brujas y de votos a cuenta de las futuras inversiones del AVE

El AVE se ha convertido de nuevo en la apuesta estrella del Gobierno para los Presupuestos para 2016. Fomento destinará 3.700 millones de euros al desarrollo del AVE en España, el 40% del total de la inversión prevista por este ministerio para todo el ejercicio, por encima incluso del gasto en carreteras.

Y es que el AVE tiene tirón. El número de viajeros que eligió viajar en AVE o Larga Distancia por el interior del país creció un 7% en los siete primeros meses del año y supera los 17,4 millones de viajeros, según datos del Ministerio de Fomento. En el corredor Madrid-Barcelona copó el 63,8% de los viajes hasta junio, un 8,4% más que un año antes.

El año próximo 10 provincias estrenarán AVE, un gancho electoral en toda regla, aunque está por ver si las dudas sobre su rentabilidad se convertirán en una patata caliente para el gobierno popular.

La mejora y ampliación de las infraestructura del AVE costará un total de 3.679 millones de euros, el 67% de la partida de inversión ferroviaria. Una apuesta que el sector turístico y la prensa regional no han tardado en aplaudir por considerarla casi imprescindible para atraer visitantes a determinadas comarcas.

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Las regiones más favorecidas serán Galicia, Andalucía y el País Vasco. Pero hay más. La ministra Ana Pastor, de visita reciente a Extremadura, se ha comprometido a que el corredor ferroviario de alta velocidad (AVE) Madrid-Lisboa pasará por Extremadura y ha instado al Gobierno luso a que avance en su conexión con Badajoz.

Otro tanto ha sucedido en Asturias donde, a primeros de julio, Ana Pastor ha afirmado que el AVE llegará a Avilés. Pese a que el ramal que permitiría la llegada de la alta velocidad está en fase de estudio, la ministra ha afirmado que esa es la intención de su ministerio, “es lo que Asturias merece”.

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La apuesta por desarrollar el AVE supone dejar de invertir en otras infraestructuras sociales necesarias para vertebrar el territorio y en otras regiones que ahora quedan fuera del mapa. En este sentido, Murcia, Castilla y León y Cantabria son las comunidades donde más baja la inversión del Estado en los Presupuestos para 2016.

Otro motivo de polémica es el desarrollo e interconexión del AVE con la red de Cercanías. El senador por Compromís, Carles Mulet, ha registrado en la Cámara una pregunta al Gobierno central para que detalle las inversiones en ferrocarriles entre Castellón y Vinaròs, argumentando que el debate sobre el AVE ha “eclipsado el desmantelamiento de los trenes de Cercanías”.

También en Valencia, pero esta vez su alcalde Joan Ribó, ha comparado las inversiones que recibe con las destinadas a otras grandes capitales españolas. Valencia percibirá un millón de euros para los servicios de Cercanías, mientras que Madrid tendrá 330 millones de euros y Barcelona, 150 millones.

Mientras tanto el administrador de infraestructuras ferroviarias ADIF, entidad pública dependiente del Ministerio de Fomento y encargada de construir las líneas de ferrocarril y gestionar su explotación, perderá el año que viene un 22% más. Y todo ello a pesar de la singular política de cánones de Adif, que cobra a Renfe una tasa por cada pasajero que circula, algo necesario para seguir invirtiendo, pero que convendría amoldar a los tiempos actuales.

IDNet Noticias