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Alemania se sube al carro para acabar con uno de los pilares de la Europa unida

Alemania no ha tardado en sumarse a la ofensiva en el libre movimiento de personas que han puesto en marcha algunos países ricos. Tras Reino Unido y Suiza, ahora el Gobierno de Angela Merkel ha decidido limitar el acceso de los inmigrantes europeos a las prestaciones sociales y restringirá los permisos de residencia en el país mientras se busca empleo con el objetivo de evitar el fraude, ante el temor de que aumente de forma importante la llegada de ciudadanos rumanos y búlgaros.

Destaca la pretensión de prohibir temporalmente el reingreso en el país a quienes hayan cometido fraude o abuso, como la utilización de documentos falsos; la concesión de permisos limitados de residencia -de entre tres a seis meses- para la búsqueda de empleo; y la decisión de castigar penalmente el fraude para conseguir papeles.

La gran coalición de Gobierno quiere también endurecer las condiciones para acceder a determinadas prestaciones, como las que se cobran por los hijos a cargo, para evitar que los inmigrantes, que pueden recibir ayudas por los niños que mantienen fuera de Alemania, perciban subvenciones dobles. Son medidas que afectan a todos los ciudadanos europeos no alemanes.


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El informe se centra en el posible impacto que puede tener en Alemania la apertura de fronteras a los ciudadanos búlgaros y rumanos, que desde el 1 de enero no necesitan un contrato de trabajo para entrar en el país, e intenta calmar a los conservadores bávaros de la CSU, partido hermano de la CDU de Merkel y miembro del gobierno de coalición en el que también están los socialdemócratas.

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El número de rumanos (205.026) y búlgaros (118.759) en Alemania es todavía inferior al de otras nacionalidades europeas, como polacos (532.375), italianos (529.417) o griegos (298.254), pero el ministro del Interior destacó el importante incremento que han registrado en los últimos años. Según los datos del estudio, en 2012 residían en Alemania 120.231 españoles, cifra un 11 % superior a la de 2004 y el 206 % superior a la cifra de 2004. Y unos 6.600 son compatriotas que están en el paro, el 24% más que hace un año.

El estudio también pone el acento en los "problemas" que puede acarrear este fenómeno si no se pone coto al fraude, tanto por parte de los inmigrantes como de los empresarios que los explotan.

Alemania sigue de este modo los pasos del Reino Unido, muy crítico desde hace tiempo con la libertad de movimientos de Europa. Ha aprobado medidas dirigidas a restringir el acceso de inmigrantes a las facilidades que existían para tener cuentas bancarias, acceder a viviendas y disfrutar de servicios sociales como la salud.

Asimismo, el pasado 30 de enero, el Gobierno británico impulsó medidas para poder retirar la ciudadanía británica a los extranjeros sospechosos de terroristas, mediante una enmienda a la ley de inmigración aprobada en las Cámara de los Comunes. La reforma permitiría a Londres despojar del pasaporte a quienes tengan una conducta “seriamente perjudicial para los intereses vitales del Reino Unido”.

Suiza, que no es miembro de la UE, se ha sumado a este carro tras votar en referéndum la limitación estricta a la contratación de ciudadanos de la Unión, que hasta ahora era libre o prácticamente libre.

La ola sigue en Francia. La candidata de ultraderecha, la abogada y política francesa Marine Le Pen, presidenta del partido político Frente Nacional, ha declarado en una entrevista concedida al diario El Mundo que la mejor solución para el problema migratorio y para el caso concreto de Melilla es evitar que los inmigrantes piensen que Europa tiene algo para ellos.

Según su parecer "no escolarizaremos a sus hijos, no les daremos ayudas sociales, ni alojamiento... Lo de Melilla se soluciona quitando la Sanidad a los inmigrantes". Según la política de extrema derecha "si lo hacemos así, seguirán viniendo por miles a probar suerte en el Estrecho". Este partido es antieuropeísta y ya se ha convertido en la tercera fuerza política en la primera vuelta de las elecciones municipales que se acaban de celebrar en Francia. Y los sondeos le auguran un gran resultado en las próximas elecciones europeas de mayo. No sería extraño que pueda pretender aplicar estas restricciones en Francia a ciudadanos que sean de la Unión Europea. Uno de los pilares de la Europa unida está en juego.
IDNet Noticias

@Jorcha