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Un ‘sin techo’ muy afortunado

El pasado 18 de junio Max Melitzer merodeaba, como era habitual, por los parques de Salt Lake City (Utah, EE UU). Empujaba un carrito de la compra con sus escasas pertenencias mientras escudriñana entre las papeleras en busca de algo que echarse a la boca. Así fue como el investigador privado David Lundberg le localizó.

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Lundberg había sido contratado por el hermano de Melitzer, Morris, para darle una noticia que cambiaría su vida: su último deseo antes de morir de cáncer fue donarle todo lo que tenía. Así, Max pasó de ser uno de los cientos de miles de sin techo que vagabundean por las calles de las grandes ciudades de Estados Unidos, a un respetable ciudadano con una saneada cuenta corriente.

Aunque en un principio, el detective no quiso desvelar la cantidad a la que ascendía la herencia, sí ha señalado que será suficiente para que "Max lleve una vida normal y no tenga que dormir más en la calle o en refugios". Sin embargo, algunas fuentes apuntan a que podría tratarse de una cifra cercana a los 10.000 dólares, además de una casa.

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Más de una década desaparecido
Lundberg aseguró que tuvo que seguir el rastro de Melitzer durante un año hasta dar con él para contarle que su hermano mayor, al que no veía desde hace 15 años, le había hecho su heredero. "Todavía está en shock por la noticia", ha reconocido el detective a los medios estadounidenses, revelando que Max Melitzer "sufre un problema mental" agravado por su situación vital.

Melitzer, de 65 años, ha pasado varios años en la calle sin un techo bajo el que dormir, de refugio en refugio, después de que su mujer y dos amigos murieran en un accidente de tráfico en 1990. Él era el conductor del vehículo y, desde entonces, cayó en una profunda depresión de la que nunca se ha recuperado.

Sin embargo, Max Melitzer está a punto de recuperar su vida, aunque con cierto suspense. El día que debía recoger la herencia no se presentó a la cita. Sus familiares pensaron que había desaparecido de nuevo. Todo quedó en un susto: el autobús en el que viajaba tuvo una avería y no llegó a tiempo.