Anuncio
Mercados españoles cerrados en 1 hr 20 mins
  • IBEX 35

    11.034,10
    -41,30 (-0,37%)
     
  • Euro Stoxx 50

    5.010,93
    +2,76 (+0,06%)
     
  • Dólar/Euro

    1,0704
    0,0000 (-0,00%)
     
  • Petróleo Brent

    88,05
    -0,37 (-0,42%)
     
  • Oro

    2.334,70
    -7,40 (-0,32%)
     
  • Bitcoin EUR

    61.832,09
    -563,21 (-0,90%)
     
  • CMC Crypto 200

    1.429,84
    +5,74 (+0,40%)
     
  • DAX

    18.136,40
    -1,25 (-0,01%)
     
  • FTSE 100

    8.061,93
    +17,12 (+0,21%)
     
  • S&P 500

    5.085,39
    +14,84 (+0,29%)
     
  • Dow Jones

    38.510,28
    +6,59 (+0,02%)
     
  • Nasdaq

    15.814,75
    +118,11 (+0,75%)
     
  • Petróleo WTI

    82,86
    -0,50 (-0,60%)
     
  • EUR/GBP

    0,8596
    +0,0001 (+0,01%)
     
  • Plata

    27,25
    -0,12 (-0,43%)
     
  • NIKKEI 225

    38.460,08
    +907,92 (+2,42%)
     

Deja una fortuna de 40 millones de dólares… A nadie

Casi todo lo que rodeaba a la vida de Roman Blum es un misterio. Nadie, ni sus más allegados, saben con seguridad su lugar de nacimiento; ni siquiera se conoce su fecha exacta de nacimiento, aunque en su lápida consta que falleció el pasado mes de abril a los 97 años.

Los únicos detalles de su juventud que se conocen son los que él mismo fue contando a sus amigos, la mayoría supervivientes del holocausto. Blum contaba cómo escapó de los nazis, pasó por una prisión rusa y combatió contra los alemanes durante la II Guerra Mundial. Nada más terminar el conflicto, se casó con una joven judía de familia adinerada y emigró a EEUU.

Ni una sola prueba documental confirma su versión; la única certeza en torno a este exitoso empresario inmobiliario, viudo y sin hijos, es que ha dejado una fortuna de 40 millones de dólares que no tiene herederos: Blum falleció de manera repentina, pasó cuatro días en la morgue del Hospital Universitario de Staten Island y no dejó testamento ni última voluntad.

[Te puede interesar: Casi 100 años para cobrar una herencia]

Ahora su abogado, Gary Gotlin, está intentado desesperadamente descifrar todos los secretos de la vida de este casi centenario hombre de negocios para intentar encontrar algún descendiente vivo para evitar que la mayor herencia no reclamada de la historia de Nueva York acabe engordando las arcas estatales, según cuenta ‘The New York Times’.

ANUNCIO

Una doble vida
Roman Blum era un hombre imponente. Era alto –casi dos metros de estatura– y tenía buena planta. Las mujeres perdían los papeles con un ‘bon vivant’ al que le gustaba apostar y beber más de la cuenta.

La leyenda negra en torno a su persona cuenta que, antes de la guerra, estuvo casado y tuvo hijos. Su primera familia podría haber fallecido en un campo de concentración mientras el atravesaba la frontera rusa. Tras la guerra, se dedicó al contrabando de tabaco entre Bélgica y Alemania. Así conoció a la que sería su mujer, Eva, con la que emigró a Nueva York en 1949.

Un imperio de la nada
Desde su casa en Queens inició un imperio inmobiliario. Empezó reformando casas. Luego pasó a los hoteles y, de ahí, empezar a construir edificios era el paso natural. Acumuló decenas de propiedades en Staten Island e incluso llegó a tener un pozo petrolífero en Alaska.

Con los años, y después de haber enviudado en 1992, se empezó a volver paranoico. Guardaba 40.000 dólares en el doble techo del baño de su casa y no se fiaba de que nadie llevara sus cuentas, hasta el punto de que cada mes su mejor amigo le llevaba en coche al banco a ingresar un cheque con los 100.000 dólares que le dejaban de rédito sus propiedades.

Ahora ese cheque, junto a los casi 4 millones de dólares que tenía en su cuenta corriente y sus más de 35 millones en propiedades esperan que su legítimo heredero los reclame. Pero no será fácil: a medida que profundiza en su investigación, el abogado de Blum tiene cada vez más claro que la vida de su cliente fue una gran mentira.

Más sobre empresas: