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A los villanos del cine no les venden armas en la vida real

Que muchos países se lucran con la venta de armas es algo que todo el mundo sabe. Aunque pueda ser moralmente discutible, es algo totalmente legal. Sin embargo, organizaciones como Amnistía Internacional están haciendo todo lo posible para que al menos se regule eficazmente a quién se vende este material tan peligroso.

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Para concienciar a la población sobre esta situación y conseguir el mayor número de firmas posible, la ONG ha llevado a cabo una arriesgada y original acción a las puertas de dos importantes empresas dedicadas a la venta de armas en Francia y Bélgica. Para lograr su objetivo contaron con la inestimable ayuda de dos famosos personajes de la gran pantalla: Joker y Darth Vader.

En el caso de la fábrica de Bélgica, la idea consistía en intentar cerrar un acuerdo para la adquisición de ametralladoras por parte de un poderoso comprador anónimo. Lo que hicieron fue llevar a actores a las puertas del complejo, conduciendo un vehículo de alta gama con las lunas tintadas para ocultar la identidad del comprador (que no era otro que el malo de la Guerra de las Galaxias).

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Haciéndose pasar por el intermediario, los activistas casi lograron pasar el filtro del guarda de la entrada. Cuando se disponían a acceder para negociar con el responsable de marketing, el actor disfrazado de Darth Vader salía del coche y daba un giro radical a la situación.

Los potenciales compradores se convertían en personas non gratas, hasta el punto de que se avisaba a la policía para que acudiera de urgencia al lugar. A través de esta acción Amnistía Internacional consiguió transmitir un poderoso mensaje: "Si no vendemos armas a villanos del cine, ¿por qué sí se las vendemos a tiranos de la vida real? Asegurémonos de que el acuerdo para el comercio de armas tenga sentido".

La ONG repitió la acción en una fábrica de armamento francesa, donde esta vez Joker fue a cara descubierta a tratar de conseguir aviones de combate y otro tipo de material bélico. Como era de esperar, tampoco logró su objetivo...

Creatividad e impacto para que el mensaje llegue
Es muy habitual que las ONG recurran a acciones sorprendentes para que sus mensajes lleguen a la población, ya que en un mercado publicitario tan saturado resulta muy complicado captar la atención del público.

Amnistía Internacional ha llevado a cabo un gran número de campañas cuyo ingenio ha permitido multiplicar los resultados. Desde una maleta con una mujer dentro para denunciar el tráfico de personas hasta cajas de cartón de tamaño real para luchar contra la explotación ilegal de trabajadores.