Yahoo Finanzas ¿Te comerías un yogur que ha sido congelado en el cielo?
Lanzar al mercado un yogur que se puede comer helado es algo que seguramente no llame la atención de muchas personas, al haberse comercializado ya antes. Pero si el producto se envía a 50.000 pies de altura para que se congele y después se da a probar, la cosa cambia.
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Este es el exitoso experimento realizado por la marca australiana Cloud 9, que ha conseguido que los principales bloggers del país escriban sobre su producto. Y no sólo eso, han generado un sorprendente contenido personalizado para cada espacio, lo que ha atraído más si cabe la atención de sus lectores.
Cada blogger pudo elegir un bote del producto en estado líquido y utilizar las bajas temperaturas de la atmósfera como un congelador natural. Para llevar el yogurt hasta un lugar tan alto se valieron de un globo meteorológico en el que colocaron el envase y una cámara web.
El viaje de cada yogur fue retransmitido en directo desde cada blog, de modo que se pudo apreciar el sorprendente proceso de congelación del producto. Una vez listo, sólo era cuestión se esperar a que la presión hiciera explotar el globo y comenzara el vertiginoso descenso del yogur de vuelta a tierra firme.
Gracias a un GPS que llevaban incorporados los dispositivos se pudo hacer un seguimiento de la zona en la que aterrizaban los yogures, que fueron enviados con rapidez a los bloggers para que pudieran probar a qué sabía su experimento. También recibieron un video del viaje realizado por cada producto, valiosas piezas de branded content que fueron rápidamente compartidas.
La acción permitió a Cloud 9 adquirir una gran notoriedad con motivo de su lanzamiento y hacer un original homenaje a su nombre. ¿A quién no le entraría la curiosidad por descubrir a qué sabe un yogur que se ha helado en las nubes?
Enviar comida al espacio, una moda que va a más
Por extraño que suene, lo de enviar alimentos a miles de pies de altura se está convirtiendo en algo bastante habitual. Algunas marcas y restaurantes quieren pasar a la posterioridad como los primeros que llevaron determinado plato al espacio.
Esto ha permitido que en los últimos tiempos veamos cómo resisten las altas temperaturas una hamburguesa, una pizza y hasta un plato de sushi. Pero está claro que en ninguno de los casos volvieron listos para ser consumidos como ocurrió con el yogur helado.
