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La partida de Pong más original y tecnológica jamás jugada

"La gente cree que los coches eléctricos son aburridos y no tienen potencia. Queremos que penséis algo muy llamativo para demostrar que esto no es verdad". La frase no es literal, pero algo muy parecido debieron decirle los responsables de Smart a la agencia BBDO Alemania en relación a su última campaña promocional.

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El objetivo de la compañía germana era generar una gran notoriedad alrededor de su nuevo modelo Fortwo Electric, un coche eléctrico que sorprende por su poderosa aceleración. Se puede decir que la agencia superó el reto con creces, ya que Smart llevó a cabo una acción nunca vista antes que ha generado ríos de tinta y ha tenido una gran aceptación entre aquellos que la disfrutaron en persona.

La idea que llevaron a cabo no fue otra que organizar una partida gigante del mítico juego Pong de Atari, posiblemente una de las más espectaculares hechas jamás. La principal novedad es que las palas con las que se golpea la pelota eran los propios coches manejados en la vida real.

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La nueva versión del clásico, bautizado como E-Ball, tuvo lugar durante el Frankfurt Motor Show, la mayor feria automovilística del mundo. Allí colocaron una pantalla gigante donde los participantes podían ver su partida de manera virtual, acelerando y dando marcha atrás velozmente para golpear a la pelota y enviarla al campo del rival.

Dado que la rapidez en el arranque era vital para el juego, los muchos participantes que disfrutaron de la atracción pudieron comprobar personalmente la gran aceleración del Smart electrónico. Seguramente su opinión sobre este tipo de vehículos cambió tras vivir la experiencia, y ya no solo pensarían en sus beneficios ecológicos sino también en que su conducción puede ser divertida.

Los resultados de la original acción hablan por sí solos, ya que se disputaron más de 3.000 partidas que fueron presenciadas por más de medio millón de personas. Muchas de ellas grabaron sus propios vídeos y los colgaron en YouTube, ampliando más si cabe la repercusión de la campaña. ¿Quién puede resistirse a una partida de Pong quemando rueda?

Un vehículo peculiar que ha dado mucho juego
El Smart es un coche que por sus reducidas dimensiones ha abierto un gran abanico de posibilidades a los creativos para llevar a cabo acciones sorprendentes. Una de ellas, por ejemplo, consistió en candar los vehículos a una farola como si de bicicletas se tratara. Para ello contaron con la ayuda de candados gigantes que dieran la sensación de que el Smart era más pequeño si cabe.

No menos original fue cuando la marca colocó pegatinas publicitarias en las columnas de los garajes golpeadas por algún vehículo, o en el parabrisas de coches a los que habían multado. El mensaje que en ellas se leía eran suficientemente claro: "¿Necesitas un Smart?"