Pidió a todos sus alumnos que dibujaran un superhéroe; uno de ellos encoge el corazón de todo el mundo

Pocas marcas en el mundo pueden presumir de haber enlazado tres spots seguidos que se conviertan en virales usando como ‘arma’ la emotividad. Una de ellas, por sorprendente que pueda parecer, es una aseguradora tailandesa. Sí, Thai Life lo ha vuelto a hacer…

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La compañía lleva varios meses transmitiendo un mensaje optimista: “Cada día ocurren buenas historias”. Su manera de hacerlo es a través de sus spots, verdaderas obras maestras inspiradas en situaciones reales de personas anónimas, que muestran el mejor lado del ser humano.

Su última creación tiene como protagonista a un niño llamado Pornchai, al que le piden en el colegio que dibuje al superhéroe que le gustaría ser. Sus compañeros recurren a personajes cuyos poderes son más o menos los típicos, pero su elección deja muy intrigada a la profesora: “El hombre basura”.

Tras indagar descubre que su alumno se va del colegio cada día a ayudar a su madre, que trabaja limpiando las calles. Un año atrás fue atropellada por un coche, un accidente que le dejó secuelas y que tiene muy preocupado a Pornchai.

Esto explica los curiosos gadgets que tendría su superhéroe, como una armadura anti coches con alta visibilidad o una escoba para limpieza ultrarrápida. Su misión en el mundo no sería otra que “proteger a su madre del peligro y llevarla sana de vuelta a casa”. La profesora, emocionada ante la bondad de su alumno, le pone un 10 con lágrimas en los ojos.

Esas mismas lágrimas son las que están derramando las millones de personas que han visto el vídeo y que no paran de compartirlo a través de la red. ¿Tendrán ya pensada su próxima historia? El listón está muy alto, pero al igual que sus protagonistas, nos tienen acostumbrados a superarse cada día.

Héroes anónimos que están haciendo historia
Los spots de Thai Life llevan camino de convertirse en un clásico gracias a la espectacular acogida que han conseguido. Su primer ‘bombazo’ fue la historia de una persona que realizaba distintas acciones desinteresadas a lo largo del día. Poco después repitieron éxito contando un caso real de un niño que tocaba la guitarra en la calle para costear el tratamiento de su madre enferma de cáncer. Merece la pena verlos.