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El espectacular vídeo que recopila 817 emojis en la vida real

Ya hemos hablado otras veces de cómo los emojis forman ya parte de nuestra vida cotidiana e incluso de cómo se pueden utilizar para contar historias o para ayudar a los niños a denunciar situaciones de abuso sin tener que recurrir a las palabras.

Estos curiosos iconos, originarios de Japón, se han convertido en una parte fundamental de nuestras comunicaciones diarias. Algunos los utilizamos constantemente; otros están ahí, pero no sabemos muy bien en qué contexto encuadrarlos. ¿Tienen todos los emojis un referente en la vida real? La respuesta parece ser que es afirmativa y, para comprobarlo, no tienes más que ver este alucinante vídeo en el que se han recopilado nada menos que 817 imágenes reales que son idénticas a un emoji.

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Todo empezó con una iniciativa en Instagram, con el hashtag #EmojisInTheWild, por la cual miles de usuarios comenzaron a subir fotografías de objetos y situaciones reales que se parecían a uno de estos iconos. Las mejores de ellas han sido recopiladas por el londinense Daniel McKee quien, según afirma, se pasó seis meses inspeccionando Instagram hasta encontrar todas las imágenes que emularan perfectamente la apariencia y la expresión de cada icono. Desde los más fáciles, como un perro o una berenjena, hasta los más rebuscados y originales.

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Y es que todo el mundo está de acuerdo en que algunos de estos iconos son un absoluto misterio para los usuarios. En ocasiones, la causa radica en su origen japonés: algunos hacen referencia a realidades niponas que son desconocidas en la cultura occidental. Por ejemplo, hay uno que representa una “ceremonia de observación de la luna”, que es una celebración tradicional de la cosecha en este país, pero que a nosotros nos parece una cesta de pelotas de ping-pong en una noche de verano.

También sorprende en occidente que existan nada menos que ¡nueve! emojis para representar lo que a nosotros nos parece simplemente un tren. Otras veces sucede que empleamos un emoji con un significado que en realidad no tiene nada que ver con el que significa para sus creadores: por ejemplo, las famosas “manos rezando” en realidad simbolizan un gesto japonés para pedir perdón o dar las gracias. Todo un Lost in Translation del que a veces ni siquiera somos conscientes.

Sea como sea, este conjunto de dibujos está ya totalmente integrado en la cultura popular y ha dado pie a adivinanzas, jeroglíficos, mensajes cifrados y todo tipo de ingenios. ¿Con qué nos sorprenderán la próxima vez?

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