La cafetería más incómoda e indiscreta del mundo

Un joven se dispone a saborear su café cuando un inesperado movimiento de la silla casi provoca que se lo derrame por encima. A su lado, una pareja intenta mantener una conversación, pero la música está tan alta que apenas se escuchan. Peor suerte corre una mujer, que casi se tropieza cuando se apagan las luces del local sin motivo aparente. Y lo que es peor, todos ellos están siendo observados en secreto por personas que disfrutan con sus imprevistos.

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Estas son algunas de las desagradables situaciones que viven los clientes de una cafetería de Finlandia llamada Kauko, que no puede presumir precisamente ni de comodidad ni de intimidad. Estas condiciones tan deficientes, sin embargo, no son fruto del mal hacer de sus dueños. Todo forma parte de una original y exitosa acción promocional llevada a cabo en el país escandinavo para celebrar que Helsinki ha sido elegida la capital mundial del diseño en 2012.

El objetivo de la acción es concienciar a la gente sobre la importancia que tiene el diseño en sus vidas, poniéndoles en situaciones que serían claramente mejorables. Para ello han montado esta cafetería tan peculiar y han automatizado sus elementos para que pueda ser controlada remotamente por todo aquel que lo desee. Además, una webcam se encarga de emitir en directo todo lo que ocurre dentro del local, permitiendo a los usuarios 'jugar' con los clientes al estilo de la película 'El show de Truman' y verlo en directo a través de Internet.

Para reforzar la idea de que el diseño permite que las cosas funcionen mejor, hicieron que el material propio de la cafetería fuese exageradamente disfuncional. Desde un servilletero del que es casi imposible sacar una servilleta hasta un azucarero en forma de gancho con el que no se controla la cantidad que uno se pone en el café. Con estos artilugios, la diversión al otro lado de la pantalla está garantizada.

Los propios responsables de la acción cuentan que las reacciones de los clientes son de todo tipo, ya que algunos se lo pasan en grande y otros llevan peor las maldades que esconde la cafetería. Para evitar posibles enfados y agradecer a los involuntarios protagonistas su participación, todos ellos son invitados a café. Aquellos que quieran cambiar de rol y manejar el local remotamente también pueden hacerlo, ya que la cafetería será instalada en varios puntos de la ciudad y la acción se prolongará durante varias semanas.