Yahoo Finanzas La-Z-Boy: el rey mundial del relax se hace centenario
La cadena americana La-Z-Boy, líder en mobiliario de relax y decoración, se acerca a su centenario con más de 300 tiendas, presencia en los cinco continentes y un reconocimiento de marca del 98% en Estados Unidos. A España llegó en 2003 y se ha extendido con tiendas propias (3) y franquicias (12). El truco son sus sillones cómodos, duraderos y únicos y un sistema de venta prácticamente sin intermediarios.
Corrían los alegres años 20 cuando dos primos americanos –Edward Knabusch y Edwin Shoemaker –dejaron sus trabajos de granjero y artesano de la madera para perseguir el sueño americano. Su idea era ambiciosa y tan innovadora que hoy sigue vigente: hacer muebles originales, novedosos y atractivos y llegar al cliente final con un mínimo de intermediarios. Ahora que el transporte, Internet y el desarrollo de las comunicaciones han derrumbado barreras geográficas y logísticas, aquella idea resulta más factible. Entonces fueron catalogados de locos visionarios por más de uno.
El tiempo y el empeño han dado la razón a los “Ed”. Hoy La-Z-Boy es una de las empresas más conocidas y respetadas internacionalmente en el sector del mueble. Al puro estilo americano, la empresa se cuajó en un garaje y allí creció hasta que el negocio empezó de verdad a prosperar.
En 1928 vio la luz la primera butaca reclinable de la historia en su pequeña fábrica de Monroe (Michigan). El ‘Gossiper’ permitía sentarse cómodamente, hablar por teléfono e incluso usarse como comodín. Los porches americanos empezaron a llenarse de estas peculiares mecedoras. Pronto los sillones de La-Z-Boy se fueron vendiendo por todo el territorio americano y después, al resto del mundo.
Con varios cambios de nombre por medio, el apoyo de amigos y familiares (conseguir apoyo bancario en aquel momento resultaba arduo y difícil) y una hipoteca sobre la granja familiar, los dos primos construyeron su primera fábrica. Sufrieron la Depresión, hicieron asientos de avión durante la Gran Guerra y se han mantenido fieles a un modelo de venta con el mínimo de intermediarios desde que descubrieron que algunas tiendas ganaban el doble de dinero que la propia marca y arriesgaban mucho menos.
Con una fuerte inversión en publicidad y aperturas, en los 70 La-Z-Boy ya era la marca de muebles más conocida en América. Con el paso de los años, se ha convertido en la butaca reclinable más vendida del mundo. El reto ahora es superar el bache de resultados del último trimestre: los ingresos han bajado por primera vez en tres años a “sólo” 353 millones de dólares.
La-Z-Boy presume del reconocimiento mundial a la calidad y comodidad de sus sillones. Durante la fabricación, las estructuras y sistemas internos de sus sillones se someten a más de 130 pruebas de calidad y sus mecanismos están testados para una durabilidad de 10.000 ciclos, equivalente a abrir el reposapiés 270 veces al día durante un año.
Si bien sus famosas mecedoras forman parte del imaginario colectivo porque las hemos visto en series y filmes durante años, los tiempos han cambiado. Se ha ampliado la oferta para incluir sillones giratorios, con masaje y funciones de calor, compartimentos para mantener las bebidas frías, soportes para sistemas informáticos, de apertura automatizada e incluso dispositivos con sistemas de ahorro de espacio,… Parece que la imaginación y la creatividad siguen muy activas.
