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10 errores que cometemos en el supermercado (y con los que perdemos dinero)

A pesar de que nuestros políticos aseguren que la crisis ya es cosa del pasado, nuestros bolsillos nos dicen otra cosa. Para evitar que haya fugas en nuestra economía doméstica, nada mejor que no caer en los diez errores más habituales que se suelen cometer a la hora de hacer la compra en un supermercado.

La página web Kipingler ha elaborado una lista para Yahoo Finanzas sobre cuáles son las meteduras de pata más habituales cuando realizamos esta tarea.



Comprar semanalmente
Es habitual que nos acerquemos al super una vez a la semana y compremos solo lo que vayamos a consumir en los próximos siete días. Suena lógico, pero estaremos saltándonos las ofertas tipo 3x2 o los precios rebajados en productos que a lo mejor no necesitamos en el presente, pero que terminaremos utilizando si o sí en el futuro.

Por ejemplo, el papel higiénico. Si nuestra marca favorita está rebajada, pero hemos comprado una semana antes, nuestra tendencia será a evitar la compra. Pero es mejor gastarse el dinero y verlo como una inversión de futuro: seguramente, en un mes nos cueste mucho más caro.

Comprar siguiendo una receta
Si hemos decidido que esta semana vamos a comer lentejas, lenguado y unas hamburguesas, cuando vayamos a la compra, adquiriremos esos alimentos sí o sí, sin importarnos el precio. Sin embargo, si vamos con una actitud abierta y decidimos lo que vamos a cocinar en el propio super, viendo las ofertas, ahorraremos mucho más.

Ojo con las tácticas de marketing de las grandes superficies
Por ejemplo, los días sin IVA. En Internet abundan los ejemplos de las malas prácticas que algunas cadenas de tiendas cometen durante ese tipo de jornada. Por ejejmplo, aumentando los precios de sus productos y haciéndolo pasar por rebajas. Aunque en teoría cuestan un 21% menos, en realidad podríamos estar pagando exactamente lo mismo que costaban dos días antes, sin ninguna oferta.

También hay que desconfiar de los ‘llévese 10 por 10 euros’. Puede que el mismo artículo tan solo cueste un euro un día después. O de las rebajas tipo ‘un litro por 1’20’, cuando la botella de 2 litros cuesta 2’20 euros.

Atención al precio a granel
Especialmente en la fruta. Hay veces que los supermercados preparan bolsas de naranjas, kiwis o aguacates, y les ponen un precio supuestamente atractivo. Pero sorpresa, cuando los compramos a granel, con el mismo peso que el que tienen dichos packs, descubrimos que nos sale más barato. También puede pasar justo al contrario, por lo que es recomendable prestar atención.

Comprar productos preparados
Una bandeja de filetes nos puede salir bastante más cara que ir directamente al carnicero y pedirle solo lo que queremos. No solo por el precio que marque la etiqueta, sino por la cantidad: si solo vamos a comer un trozo de carne, ¿por qué comprar cuatro?

Una cajera ayuda a un cliente a contar las monedas de euro en un supermercado. EFE/Archivo
Una cajera ayuda a un cliente a contar las monedas de euro en un supermercado. EFE/Archivo



Coger por error un producto que no está en oferta
Muchas veces, vemos una atractiva oferta en el pasillo de un supermercado, pero cuando vamos a pagar, resulta que nos cobran un precio diferente. Lo normal no es que nos hayan timado, es que nos hemos confundido al coger el producto. Siempre hay que asegurarse de que el artículo que tenemos en la mano coincide con el que está en oferta. Puede que aunque esté colocado en el lugar en el que está marcada la rebaja en la estantería, alguien lo haya movido o situado por error en ella, llevándonos a un caro equívoco.

No usar la tarjeta de fidelidad
Mediante este tipo de programas, podemos obtener descuentos y cupones de regalo. Así que la próxima vez que estemos pagando en caja y nos la ofrezcan, hay que decir que sí.

Cupones
Muy relacionada con la anterior. Cada vez que tengamos uno, debemos usarlo si nos interesa. Sobre todo, si podemos hacernos con productos de los que hablábamos en el punto 1: aquellos que siempre usamos.

No estudiar los recibos
Mirar lo que nos ha costado cada producto cada semana mirando el recibo es una estupenda forma de analizar los cambios de los precios. También, si nos estamos pasando a la hora de gastar el dinero en algo o que no nos está haciendo falta, o que directamente hace daño a nuestra salud, como los productos de bollería. Haciendo estas pequeñas investigaciones ahorraremos dinero y nos sentiremos mejor. ¿Puede haber algo mejor?

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