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Los smartphones podrán abrir puertas

Llegar a casa y abrir la puerta principal con tan solo poner la mano en el pomo, como si fuéramos a entrar en una habitación cualquiera de nuestra vivienda. El milagro de este acto consiste en una señal que puede ser generada por un teléfono inteligente, viaja a través de nuestros huesos y se comunica con la cerradura que nos identificará como los habitantes de la casa y nos permitirá entrar.

Tan futurista sistema no es ciencia ficción. Fue presentado hace dos semanas por Brian Amento, un informático que trabaja en AT & T Labs, el laboratorio de ideas de la popular compañía de telefonía estadounidense, en un encuentro con periodistas.

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Amento se colocó en el bolsillo un transductor piezoélectrico (un pequeño artilugio que en este caso fue utilizado para transformar impulsos eléctricos en vibraciones) que estaba conectado a un teléfono inteligente. Al activar un programa en el smartphone, el transductor envió una señal de vibración que se propagó por los huesos y que finalmente llegó -por el contacto de la mano- al pomo de una puerta cerrada, en donde un sensor la reconoció y permitió que la puerta se abriera.

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Según afirma Amento, la señal enviada es apenas percibida por la persona que sirve de transmisor. Solo se oiría una pequeña vibración y nada más. En un futuro, el transductor podría estar instalado en un smartphone y así no haría falta ningún tipo de periférico.

Pero la clave de este revolucionario sistema está en que la señal es transmitida por el esqueleto de un individuo. La vibración, además de recorrer los huesos, sería codificada por ellos: las diferencias óseas que existen entre las personas hacen que la señal final sea diferente para cada uno, y eso se podría aprovechar para que el sensor de la puerta reconociera a quién esté intentando entrar. Y hay más: si alguien intentase entrar en nuestra casa con este sistema, saltaría un mensaje de alarma en el móvil para que nos enteremos de lo que está pasando.


Un invento con infinitas posibilidades
El equipo que está investigando y afinando está tecnología también busca que este sistema se pueda usar para pasar información rápidamente de una persona a otra con tan solo un apretón de manos. Por ejemplo, esto sería muy útil en una reunión de negocios, ya que con tan solo un apretón, los participantes 'sabrían' quién es la otra persona (por ejemplo, porque su perfil de LinkedIn ha sido transmitido de forma automática a su smartphone) o la información que quiere presentar, como un informe o una serie de gráficos.

O también, este sistema se podría usar para arrancar un coche (sustituyendo a la llave de contacto) o para que al entrar en el salón de una casa, se configurasen rápidamente la temperatura adecuada y se encendiese el televisor con el canal favorito de quien haya entrado en la habitación y haya puesto su mano-llave sobre un sensor situado en el interruptor de las luces.

Si nuestra mano fuera la ejecutora de las acciones, el 'cerebro' sería nuestro teléfono, un aparato que hoy en día es fundamental, pero que en el futuro parece que será imposible vivir sin él.

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