Si quieres pagar menos en la factura de la luz y del gas, todavía estás a tiempo

La necesidad agudiza el ingenio. Las dificultades económicas de muchas familias, los elevados precios de la luz y el deficiente funcionamiento de la competencia en este sector han provocado que surjan ideas o se copien de otros países del entorno, para conseguir reducir la factura de la luz.

Aprovechando la ley, la OCU ha puesto en marcha una iniciativa pionera en España: juntar a miles de consumidores individuales para pedir a las eléctricas que oferten un precio para suministrarles a toda esa clientela una tarifa más barata que la de un contrato individual. Se puede apuntar cualquiera y el plazo acaba el 14 de octubre.

Es el primer «switching' colectivo» de electricidad de España, una experiencia que ya se aplica en países como Portugal, Bélgica, Holanda, Reino Unido o Italia y que consiste en agrupar una masa de consumidores suficientemente crítica como para lograr que las comercializadoras hagan ofertas más ventajosas, según ha anunciado la asociación.

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Se trata de imitar lo que hacen las grandes empresas consumidoras desde hace tiempo, como Renfe o Adif. Como tienen un gran poder de compra convocan a las eléctricas y adjudican el suministro de sus necesidades durante un año, dos e incluso más tiempo a la empresa que ofrezca el precio más barato.

Con esta iniciativa, la OCU traslada esa capacidad de comprar a buen precio a los pequeños consumidores. El objetivo no es otro que hacer frente a las subidas de la luz que han sufrido los consumidores que en conjunto ascienden al 60% desde 2007.

La asociación ha creado el lema 'Quiero pagar menos luz' y habilitado la web www.quieropagarmenosluz.org, donde los consumidores interesados se pueden registrar de forma gratuita y sin ningún compromiso hasta el próximo 14 de octubre. Dos días después, la OCU convocará una subasta a la inversa, esto es, una subasta en la que gana el que ofrece el precio más bajo, entre las comercializadoras interesadas en dar suministro a toda la masa de clientes.

El cuatro de noviembre se comunicará por correo electrónico a los usuarios el nombre de la empresa ganadora, que pueden ser dos si también se decide aceptar una oferta por el servicio conjunto de electricidad y gas, y se detallará a cada uno de los clientes cuánto pueden ahorrarse. Si el interesado lo ve adecuado, dará su aceptación y la comercializadora podrá cerrar con él la nueva oferta.

En algunos países europeos se ha conseguido reducir la factura anual en 200 euros. De forma sorprendente, en Portugal se ha creado una plataforma de 600.000 miembros, con rangos de ahorro de entre 15 y 80 euros al año. Aquí, la iniciativa de la OCU está siendo un éxito: el primer día ha logrado reunir a 30.000 interesados.

La iniciativa puede paliar los desorbitados costes de la electricidad en España, un hecho que constata la Unión Europea en sus estadísticas. Un estudio realizado por el Eurostat revela que España es uno de los países comunitarios en los que más se paga por la electricidad, a pesar de no ser de los más ricos ni con un mayor nivel de vida.

Este análisis realizado por la oficina estadística comunitaria pone de manifiesto que el precio de la electricidad en España es solamente más barato que en cuatro países de la Unión Europea: Alemania, Chipre, Portugal y Hungría, tomando como referencia el precio de los 100 kilovatios por hora, que en España valen 25 euros.

Así, la electricidad en España es casi el doble de cara que en otros países con mayor nivel de renta y calidad de vida, como es el caso de Francia y Finlandia, donde el precio es de 13 y 12,7 euros respectivamente. Algo que pone de manifiesto evidentes desigualdades dentro de la propia Unión Europea.

Esta estadística indica que la subida de la luz en el último año en España fue del 9%, en gran parte debido al alza del IVA. La mayor subida dentro de la UE la protagonizó Chipre, donde el precio de la luz escaló un 20% en tan solo 12 meses, seguida de Grecia, donde el alza fue del 14,5% y de Italia, con un 11,2%. Así, en los países en los que las dificultades derivadas de la crisis son mayores, el precio de la electricidad sube más rápidamente que en el resto de la UE.

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