Yahoo Finanzas Rajoy se prepara para tragar con el recorte de las pensiones
Tras unos días de calma chicha gracias al compromiso del Banco Central Europeo de echar una mano a España e Italia si ambos países hacen sus deberes en materia de recortes, la presión sobre Mariano Rajoy para que se decida a pedir el rescate y acepte las exigencias de la autoridad monetaria vuelven a subir de intensidad. Tanto desde Europa como desde dentro del país, distintas voces de peso quieren que lo haga ya. Francisco González, el presidente del BBVA, el segundo banco del país, hacía ayer un llamamiento contundente en este sentido, mientras la organización de los empresarios lo había hecho horas antes.
Pese a los esfuerzos de Moncloa para evitar al máximo la percepción de que España ha perdido su soberanía y de que se ha dejado muchos pelos en la gatera en vísperas de las elecciones gallegas y vascas, Rajoy debe presentar la semana que viene el proyecto de Presupuestos Generales para 2013. Y ahí tendrá qué desvelar, por tanto, gran parte de las decisiones clave para reducir el gasto, tal y como está comprometido con Bruselas.
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La prensa británica revelaba que el jueves el ministro de Economía Luis de Guindos tiene previsto anunciar las nuevas medidas de su llamado Plan Nacional de Reformas, donde previsiblemente va a incluir las exigencias de Bruselas que todavía no ha aplicado. Un programa con "compromisos muy claros y un calendario preciso" y que puede ser el paso final para pedir un préstamo enorme a tipos de interés favorables que permita financiar y reactivar la economía del país.
La medida más polémica del listado de deberes que nos impondrá Europa sería la supresión de la revalorización automática de las pensiones que el PP reintrodujo hace unos meses tras ser suprimida por Zapatero, y la aceleración de la entrada en vigor del retraso de la edad de jubilación de los 65 a los 67 años, un proceso progresivo que se iba a culminar en 15 años y que ahora se adelantará. Insólita por tanto la desfachatez del Gobierno sobre este tema o sobre los impuestos. La promesa de que las pensiones eran intocables fue el caballo de batalla electoral del PP y hasta hace unos horas como quien dice insistían en este mensaje.
Es probable que también se recorten de nuevo las prestaciones del desempleo, que se simplifique la estructura del Estado e incluso se reduzca la plantilla de funcionarios, como ha ocurrido en otros países rescatados.
De ser así se confirmaría que asistimos a una burda y agónica negociación, una partida que se juega con las cartas marcadas, a cámara lenta, contaminada por el calendario electoral, y donde los contendientes parecen condenados a entenderse mientras la sociedad padece desmoralizada las consecuencias devastadoras de la crisis.
