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Mi vecino no paga la comunidad: el otro drama silencioso que provoca la crisis

Con poca repercusión en los medios de comunicación, pero con una dolorosa incidencia en la vida cotidiana del país, la situación financiera de muchas comunidades de vecinos empieza a ser realmente complicada. Se enfrentan a un problema creciente de impagos en los recibos mensuales ante la magnitud de la crisis económica que golpea a muchos propietarios.

Los datos, pese a ser poco conocidos, empiezan a ser preocupantes. Los niveles de impago de cuotas soportados por las comunidades de propietarios de toda España en 2011 se incrementaron en un 31% con respecto al ejercicio anterior, pasando de 1.000 a 1.350 millones de euros, según datos del Programa de Lucha contra la Morosidad en las Comunidades de Propietarios (PLCM), que ha realizado el primer Informe Nacional sobre Morosidad en comunidades. El periodo medio de cobro de las comunidades se sitúa en 141 días.

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Las perspectivas para el año en curso son peores. La deuda total por impagos llegará e incluso superará los 1.600 millones de euros, según esta organización. Se calcula que en cada finca una media del 20% de los vecinos es moroso. También están creciendo de forma vertiginosa los impagos en el impuesto de bienes inmuebles que cobran los ayuntamientos, incumplimientos que coinciden con una generalizada subida de su importe en muchas localidades.

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Pero los incumplidores no son solo los vecinos con problemas económicos o aquellos que habitualmente no atienden con seriedad sus deudas. También hay muchas entidades financieras que se han quedado con los pisos en los desahucios o promotores que tienen pisos por vender y eluden sus compromisos.

Los impagos de recibos se generalizan en todo el país, aunque destacan situaciones como la de Andalucía, que acapara el 21% del total de la deuda nacional y cuya morosidad crece más que la media nacional. El año pasado 2,4 puntos porcentuales. El 9,4% de los hogares andaluces paga con retraso alguno de los recibos de la comunidad de su vivienda habitual.

En Madrid, por ejemplo, la morosidad está presente en más del 22% de las comunidades de propietarios y además las deudas superan los 375 millones de euros, una situación cada vez más preocupante.

Pare recuperar esos recibos impagados que ponen contra las cuerdas a muchas comunidades de vecinos, la ley establece un procedimiento legal, en teoría más rápido que un juicio ordinario. Se trata del llamado procedimiento monitorio.

Sirve para reclamar cualquier cantidad, no hay límite alguno, siempre que la deuda pueda ser acreditada mediante documentos. Suele tardar una media de cinco meses en resolver pero pueden ser bastantes más porque algunos procedimientos son complicados y el endémico problema del colapso de la justicia en este país frena su resolución.

Muchas veces la solución judicial se demora por las dificultades a la hora de realizar trámites en teoría tan sencillos como encontrar al moroso para notificarle la reclamación, averiguar su patrimonio o ejecutar el pago contra ese patrimonio.

Generalmente el 70% de estos procedimientos culmina con éxito mediante el embargo de las cuentas bancarias, la nómina o la pensión. Si el moroso no tiene ingresos, puede llegar a embargarse la vivienda, aunque los jueces no suelen recurrir a esta solución ante deudas consideradas menores. Lo único positivo que se puede extraer de este problema social es que la escasez de recursos fuerce a las comunidades de vecinos a administrarse mejor, evitar gastos superfluos y contener las cuotas mensuales.

@Jorcha

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