El lio con los cajeros: todo sigue igual... Prepárate para pagar comisiones

La banca tiró por la calle de en medio a finales de 2015 y decidió disparar las comisiones que cobraba en los cajeros por sacar dinero. El Banco de España se puso de perfil y dejo hacer, el Gobierno saliente anterior postureó con una norma para supuestamente parar los pies a la banca pero al poco tiempo, les dejó hacer lo que querían.

Ahora es el vigilante de la competencia, el perro de presa público que debe velar por la justa, leal y feroz competencia en el sector bancario, y en el resto de sectores, la Comisión Nacional de los Mercados y Comptencia (CNMC) el que se ha posicionado en un esperado informe encargado por el Ministerio de Economía. Y era importante porque este organismo tiene capacidad para bloquear o solicitar el cambio de legislación y para sancionar a aquellos que frenan o impiden la libre concurrencia.

No ha sido así, y la banca podrá seguir aplicando esas elevadas comisiones a otros bancos cuyos clientes usen cajeros de otras entidades y ese recargo podrá acabar siendo soportado por el usuario de la máquina expendedora de billetes. El organismo considera que la banca puede seguir aplicando esas comisiones. Cree que el efecto derivado de los nuevos recargos depende de la entidad con la que trabaje el cliente, de sus preferencias a la hora de retirar efectivo de los cajeros, de la política de las entidades emisoras de las tarjetas y en general de un conjunto de variables que todavía no ha dado suficiente tiempo para analizar.

Y viene a facilitar el cobro de mayores comisiones por parte de los propietarios del cajero a los emisores de la tarjeta. Porque el banco que carga una comisión por una operación de retirada de dinero lo hace sobre los emisores de la tarjeta y posiblemente será repercutida a los clientes. Pero Competencia asegura que “no hay constancia de que esta situación se haya producido por el momento.

Antes del cambio de sistema, la comisión por operación se situaba en una media de 0,65 euros, mientras que ahora se mueve en una horquilla entre 1,80 y dos euros. El que el banco que ha emitido tu tarjeta te cargue ese coste o no depende de cada entidad y aquí es donde está el resquicio legal por ahora para que todo este montaje siga en pie.

Y además como los tipos de interés están casi a cero o en negativo, el margen que puede aplicar la banca para hacer su negocio tradicional es muy bajo. La clave de su nuevo business, o una de ellas, son las comisiones.

Así que prepárate. El propio BCE acaba de pedirles a todos los bancos de Europa que se lancen a cobrar comisiones. Aunque se trata de una recomendación general, se dirige especialmente a las entidades españolas, que necesitan dar una vuelta de tuerca a su modelo de negocio. Este es el mensaje que trasladó la vicepresidenta de la institución con sede en Fráncfort, Sabine Lautenschläger, a altos directivos de bancos y expertos del sector financiero congregados en un encuentro a puerta cerrada celebrado recientemente en Madrid.

Las tarjetas, tanto usadas como medio de pago en tiendas -cada vez más utilizadas- como en cajeros para retirar metálico, van a ser uno de los salvavidas de los bancos. Y después, y no a mucho tardar, el rey será el pago por móvil.

IDNet Noticias