Twitter, los famosos y la publicidad encubierta

Cuando un personaje famoso aconseja a través de un anuncio que se pruebe un producto, todo el mundo da por hecho que se trata de una recomendación interesada al haber cobrado por ella ¿Pero qué ocurre si esta prescripción se hace de manera encubierta sin desvelar que se trata de publicidad? Sin duda, que los resultados son mucho mejores.

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Este nuevo giro a la publicidad convencional ha puesto en alerta a los organismos reguladores del sector en Reino Unido y Estados Unidos, dado que muchas celebrities están aprovechando su tirón en las redes sociales para hacer caja difundiendo mensajes promocionales encubiertos. El canal más empleado para estas acciones de discutible ética y legalidad es Twitter, donde muchos famosos cuentan con perfiles personales con millones de seguidores.

Uno de los casos que más sospechas ha levantado lo ha protagonizado Snickers, que consiguió que un gran número de rostros conocidos publicaran 'espontáneamente' tweets sobre la barrita de chocolate en un periodo muy corto de tiempo. El futbolista Rio Ferdinand y la actriz Katie Price llegaron incluso a colgar el mismo mensaje, con foto y hashtag, evidenciando que se trata de una acción orquestada.

La Advertising Standards Authority (ASA) ha decidido tomar cartas en el asunto y ha anunciado una investigación sobre esta presunta irregularidad realizada por la marca de Mars, para determinar si se ha vulnerado la ley de protección del consumidor al no especificar que se trataba de una campaña de marketing. El ex jugador de cricket Ian Botham, el boxeador Amir Khan y la cantante Cher Lloyd son otros de los famosos implicados en el caso.

¿Cuánto cuesta este polémico servicio?
El caché de las celebrities varía en función del número de seguidores que tengan y la reacción que producen con sus mensajes. Aunque no existe un listado oficial con las tarifas de cada famoso, algunos medios como The New York Magazine han publicado las cifras que manejan algunas estrellas para hacer este tipo de recomendaciones. Según afirman, Kim Kardashian cobra 10.000 dólares por cada tweet y el rapero Snoop Dog tasa cada publicación en 8.000 dólares.

Aunque puedan parecer cantidades muy altas por un solo mensaje, las marcas hacen un gran negocio con este tipo de acciones al ahorrarse la inversión destinada a la compra de medios. Los propios perfiles de los famosos son soportes con audiencias millonarias a coste cero, por lo que el único gasto que hay es el precio estipulado por la publicación del contenido promocional encubierto.

Uno de los ejemplos que demuestran la rentabilidad de este controvertido modelo publicitario es el uso que ha dado el actor Charlie Sheen a su cuenta de Twitter. La empresa Internships.com le pagó 50.000 dólares por la inserción de un mensaje promocional, que generó un millón de visitas a su página web y más de 80.000 registros. Ventajas de tener más de 6 millones de seguidores…