Yahoo Finanzas La máquina que tienes que golpear si quieres una cerveza
Una de las situaciones en las que el ser humano muestra su lado más animal se produce cuando una máquina no funciona correctamente. En vez de usar la inteligencia para arreglarla, es habitual recurrir a la fuerza bruta dándole golpes para ver si así se soluciona el problema.
[Te puede interesar: Un anuncio de cerveza que invita a beber menos cerveza]
Esta técnica tan rudimentaria no suele dar buenos resultados, y en muchos casos lo que hace es empeorar la avería del aparato en cuestión. Sin embargo, lo de golpear una máquina sí que es totalmente útil para participar en una original acción de marketing desarrollada en Argentina.
La marca de cerveza Salta buscaba conectar con los numerosos aficionados al rugby que hay en el país, especialmente en la provincia del norte que da nombre a la marca. Para ello, crearon de la mano de Ogilvy Buenos Aires una máquina expendedora que requería un esfuerzo especial a aquel que quisiera obtener una lata fría: hacer un placaje como si de un partido de rugby se tratara.
Este dispensador tan peculiar se colocó en bares que suponen un punto de encuentro para seguidores de este deporte, que no dudaron en mostrar sus habilidades en esta faceta del juego. Cuando alguien introducía una moneda para obtener una lata de cerveza, la máquina le instaba a hacer un placaje y medía la potencia de choque usando un sensor. Si el golpe no era suficientemente fuerte, el producto no era dispensado.
La acción puede considerarse todo un éxito, ya que los miles de golpes recibidos por la máquina se tradujeron en un aumento del 25% en la venta de cerveza en los bares. Y que se sepa, ninguno de los participantes resultó lesionado tras este peculiar partido de rugby entre hombre y máquina.
¿Una cerveza que afea a la pareja?
La marca Salta, como es bastante habitual entre las marcas de bebidas argentinas, ha apostado en muchas ocasiones por lanzar campañas de publicidad basadas en el humor y con cierto riesgo de generar algo de polémica.
Es el caso del spot que lanzaron en 2009, en el que el protagonista veía cómo su pareja iba perdiendo atractivo físico a medida que escuchaba el plan que le proponían al otro lado del teléfono. La campaña tuvo una gran acogida, aunque hubo quien afirmó que tenía tintes machistas que se podían haber evitado.
