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La entrevista de trabajo que ningún candidato podría esperar

Las personas que se presentan a un proceso de selección van cada vez más preparadas a las entrevistas, por lo que muchas de sus respuestas ya las tienen estudiadas de antemano. Esto supone un problema para los responsables de Recursos Humanos, ya que deben esforzarse para detectar cuál de los candidatos realmente es el más válido para el puesto de trabajo.

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Una manera realmente brillante de combatir esta situación es lo que ha hecho Heineken con uno de sus procesos de selección. La marca de cerveza debía elegir entre 1.734 aspirantes que se mostraron interesados por una de sus vacantes, y para conocer realmente cómo eran les hicieron a una entrevista totalmente fuera de lo común.

Los candidatos fueron sometidos a varias pruebas sin ser conscientes de ello, mostrando así su verdadero ‘yo’. La primera de ellas consistía en ver su reacción cuando el entrevistador les daba de la mano y les llevaba cogidos de la misma hasta su oficina. Como era de esperar, muchos se quedaron de piedra ante esta actitud nada habitual.

La siguiente prueba era todavía más exigente, ya que la persona encargada de la entrevista fingía desmayarse por un problema de salud. Esta situación requería a los candidatos no perder los nervios, actuar con rapidez y tomar decisiones acertadas en un momento de gran tensión. Seguramente muchos perderían sus opciones por no saber cómo reaccionar.

Por si no fuera suficiente, una amenaza de incendio obligaba a todo el mundo a desalojar el edificio mientras unos bomberos pedían voluntarios. ¿Tendrían iniciativa los candidatos para ofrecerse rápidamente a colaborar? De entre todos ellos Heineken seleccionó a los tres mejores, y los propios trabajadores de la compañía votaron por la persona que se merecía el tan ansiado puesto de trabajo.

El elegido tuvo que colaborar en los preparativos de un partido de fútbol de la Champions, y fue allí precisamente donde se enteró a través del videomarcador de que había superado con éxito la que sin duda será la entrevista de trabajo más extraña y exigente de toda su vida. Un proceso de selección para el que nadie podía haberse preparado con antelación