El perro, el mejor amigo del publicista

Aunque la expresión popular habla de la amistad entre perros y hombres en términos generales, podría acotarse un poco más y decirse que los canes son los mejores amigos de los publicistas. Estos fieles animales han protagonizado un sinfín de anuncios en todo tipo de soportes y, hoy en día, desempeñan un papel vital en muchas campañas outdoor, donde la clave del éxito reside precisamente en su capacidad de interacción.

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Estos son algunos ejemplos de campañas realizadas en la calle, con mayor o menor ingenio, y que no serían posibles sin la colaboración inestimable de los perros.

Hertz
La empresa de alquiler de vehículos desarrolló una exitosa campaña este año para dar a conocer que sus coches podían incluir un compartimento en el maletero para transportar perros. ¿Cómo se lo hicieron saber a sus dueños? Escondiendo 'huesos publicitarios' en parques y jardines para que fueran encontrados por los animales, impactando así directamente a su target.

Wong
La campaña de street marketing que ejecutó esta marca en Perú el año pasado fue tan efectiva como macabra. Su intención era promocionar comida para perros multivitaminada, un alimento que otorga más fuerza a los animales. Tanta, que incluso alguno podría arrancar el brazo a su dueño mientras lo saca a pasear.

Granata Pet
Esta marca de comida para perros llevó a cabo una ingeniosa acción donde todos los implicados salían ganando. A través de una valla publicitaria que funcionaba como dispensador de comida, los perros recibían una ración si sus dueños hacían 'check in' a través de su smartphone.

Iams
Esta empresa logró un gran impacto en los parques de Australia tras regalar un gran número de frisbees con forma de pesa, generando el efecto óptico de que los animales estaban increíblemente fuertes tras alimentarse con este producto.

Royal Canin
En ocasiones, los mejores anuncios son los que dicen muchas cosas sin usar palabras, como esta campaña de Royal Canin en Hamburgo. Colocaron un cartel con una foto del producto enfrente de otro con la imagen de un perro. Un pequeño charco de agua debajo del cartel y ya está, todo el mundo capta el mensaje de que el animal está babeando por la comida.

Bonzo
Forzar una reacción en los perros que sorprenda a sus amos es algo que se viene haciendo desde hace muchos años. En 2001, por ejemplo, la marca de comida Bonzo colocó en las calles de Holanda una serie de carteles que emitían cada 10 segundos unos ultrasonidos que hacían ladrar a los perros. Sus dueños se quedaban sorprendidos al ver que en el anuncio ponía "Ladra si te gusta Bonzo".

Wagg
El desarrollado olfato de los perros fue aprovechado por la marca Wagg para crear unos carteles que no pasaban desapercibidos para estos animales. ¿El secreto? Una combinación de 15 olores impregnados en los carteles que hacían las delicias de los canes.

Affinity Petcare
La misma reacción que en el anuncio de Wagg era lo que buscaba esta marca en una campaña llevada en las calles de Alemania en 2005. Sin embargo, el método usado fue más rudimentario y menos respetuoso para el animal: detrás del anuncio había comida real que desprendía olor y que no podía ser alcanzada por los perros.

Animal Planet
Para anunciar un nuevo show protagonizado por perros, al canal de televisión Animal Planet no se le ocurrió mejor manera que empapelar la ciudad con carteles publicitarios impregnados con orina artificial. Efectivo y desagradable a partes iguales…