Cómo hacer del rendimiento académico un negocio

Nació como un trabajo de fin de grado de una estudiante de Administración y Dirección de empresas de la Universidad de Murcia y se ha convertido en un éxito. El objetivo: resolver el bajo rendimiento y la falta de motivación del alumnado de la Universidad y la desorientación académica de los alumnos de bachillerato ante la tesitura de elegir un rumbo académico.

Hablamos de Summacumlaude, un proyecto convertido en iniciativa empresarial. Marina Reche, la fundadora y directora de Summacumlaude, afirma que la recuperación de los valores del esfuerzo, el mérito y la superación es el objetivo de esta iniciativa y sobre ello, ha montado un negocio. El proyecto es original, sin duda. Reche sostiene que es la única empresa, a nivel nacional, cuya principal finalidad es incentivar el aumento del rendimiento de los estudiantes.

CÓMO FUNCIONA
El producto básico es la participación de los estudiantes en un ranking, previa inversión de una cantidad de dinero. El beneficio para el estudiante deriva de cuáles hayan sido sus calificaciones y su comparación con el resto de estudiantes adheridos al proyecto. Es decir, que un estudiante de Summacumlaude puede mejorar su propio rendimiento a través del reto que supone el ranking y obtener una rentabilidad económica sobre su inversión-, “Lo que hacemos en nuestros rankings es comparar las calificaciones iniciales de los alumnos adheridos al proyecto pertenecientes al mismo Grado durante un curso académico. La posición final de cada uno de ellos en este ranking vendrá dada por su nota media final en el citado curso”.

En principio cada estudiante puede hacer una inversión de una o dos participaciones de 500 euros. Pero la empresa prevé que más adelante podrá crear rankings donde los estudiantes puedan elegir la cuantía de la inversión que deseen realizar según sus expectativas.

Hay tres tipos de ranking, denominados Espejo, Escalera de Bettini y Rendimiento Sincronizado. La participación en cualquier de ellos da acceso también a servicios de asesoramiento y mejora del rendimiento y a estar incluido en una bolsa de empleo. El coste de inscripción y gestión en esos desafíos es de 50 euros.

Para alumnos preunivesitarios la empresa ofrece tres productos Go, Brújula, y Lazarillo, cuyo objetivo es asesorar y resolver dudas sobre los procesos de gestión de acceso y admisión a la Universidad. Estos servicios pueden ser gratuitos, con el simple registro en la web, hasta suponer un coste de 100 euros con la contratación de

Lazarillo.

Estas son las fuentes de ingresos de Summacumlaude, que para iniciar su andadura solo contó con financiación propia de 5 socios. Hace unos meses ENISA (Empresa Nacional de Innovación) les concedió un préstamo por la línea de “Jóvenes Emprendedores”. La empresa está ahora en la difícil etapa de despegue. “En los primeros meses nos ha costado bastante llegar a nuestro público objetivo.

Es ahora cuando la actividad se está incrementando notablemente. "Hoy ya contamos con 13 acuerdos con empresas que ofrecen ventajas en productos y servicios para nuestros estudiantes, tenemos rankings piloto en funcionamiento en los que estamos obteniendo excelentes resultados; han pasado por nuestra web más de 5000 visitas en los últimos meses, los estudiantes de secundaria registrados en nuestros servicios Go están aumentando de forma contínua y estamos dando servicio Lazarillo a bastantes alumnos”, afirma su fundadora.

Este joven empresa tiene  previsto llevar los rankings a universidades nacionales tanto públicas como privadas y  también al extranjero. Ya llevan en funcionamiento casi un año y la plantilla la forman dos empleados y dos universitarios en prácticas. Según su plan económico llegarán al punto de equilibrio a final del próximo año.

Llegados a este punto, la fundadora de Summacumlaude tiene opinión fundada para definir el entorno que existe para emprender en España. "Es realmente complicado para los jóvenes conseguir financiación y hay que hacer frente a muchos pagos (aún sin tener ingresos)…pero a la vez creo que es el momento idóneo para que los jóvenes emprendamos. Tenemos que desarrollar nuestra imaginación y lanzarnos a montar las ideas que tenemos en mente…realmente no tenemos nada que perder y sí mucho que ganar. Si nuestras ideas salen adelante en estos difíciles momentos serán porque son buenas y porque ponemos todo nuestro esfuerzo e ilusión en ellas. Y si no lo conseguimos…al menos nos llevamos la experiencia".